Don Quijote y Beatriz Luengo
Don Quijote fue el azote de aquellas novelas de caballerías que volvía locas a las chavalas del siglo de Oro. Enamoradísimas de un tan exagerado como ridículo Amadís, vieron en Don Quijote la cruda realidad: ni guapo, ni joven, ni invencible. Un hombre sin más. Algo loco, eso sí, pero real.
Cervantes, en su novela, quiso acabar con toda aquella “bellaquería” que constituía un maremágnun de historias absurdas y doncellas desmayadas ante la simple visión del caballero. Y lo que no hicieron décadas de denuncia, lo consiguió un solo libro y un solo personaje.
Beatriz Luengo, ante la infame letra de una canción y el vídeo correspondiente, contraatacó con lo mejor que se podía hacer: otra letra y otro vídeo.
Demasiadas canciones en las que la mujer aparece como una indigente emocional. Una muñeca necesitada de ser reconocida y de recibir las migajas de estos “nuevos caballeros” que la convierten en un consumible, en una sombra sin identidad salvo la de ser “la chica de…”.
Muy bien, Beatriz.
https://www.youtube.com/watch?v=lXs6KL0QKmg
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